El presidente Gustavo Petro se reunió con el registrador nacional, Hernán Penagos, para discutir una consulta popular que busca imponer reformas rechazadas por el Congreso. Este mecanismo tendría un costo de hasta 750 mil millones de pesos, en un país que enfrenta múltiples crisis.
En una reunión a puerta cerrada en la Casa de Nariño, el presidente Gustavo Petro y el registrador Hernán Penagos discutieron los detalles logísticos de una consulta popular nacional. Este mecanismo, impulsado por el Ejecutivo, busca validar reformas sociales que han enfrentado resistencia en el Congreso.
El registrador Penagos estimó que la realización de esta consulta podría costar entre 700 y 750 mil millones de pesos, una cifra alarmante considerando las necesidades prioritarias del país.
Este intento de consulta popular se percibe como una estrategia del gobierno para imponer su agenda ideológica, eludiendo los mecanismos democráticos establecidos. La utilización de recursos públicos para promover reformas rechazadas por el Congreso representa una amenaza a la institucionalidad y a la separación de poderes.
Además, el presidente Petro ha convocado a movilizaciones masivas para respaldar esta consulta, utilizando el aparato estatal para fines políticos.
En Desarrollemos, hacemos un llamado a la ciudadanía para que se mantenga vigilante y exija transparencia y responsabilidad en el uso de los recursos públicos. Es fundamental defender la democracia y evitar que se utilicen mecanismos participativos como herramientas de imposición ideológica.